Formar, el epicentro de una metodología enfocada en dejar huellas para toda la vida. Desarrollar el ámbito motor tomado de la mano con el emocional, psicológico y cognitivo por medio de actividades y estrategias innovadoras moldeadas a las edades específicas de cada niño, siendo el fútbol la principal herramienta, nos convierte en la metodología revolucionaria e innovadora que le permite al niño aprender mientras vive un carrusel de emociones.
El deporte rey es el estímulo más grande que tienen nuestros padres y niños para ser parte de nuestras clases, sin embargo, son las diferentes tareas enmarcadas dentro de una metodología y un proceder ajustado a las necesidades de los niños lo que realmente termina haciendo la diferencia. Psicogol termina siendo la alegría del padre viéndose reflejado en la satisfacción del niño. Por supuesto que una gran metodología no podría ejecutarse de manera asertiva sin el factor que más nos identifica, el amor y la pasión por enseñar. Alegría es nuestro sinónimo, sabiendo que los aprendizajes más significativos de un niño se adquieren y perduran durante el tiempo por medio de la motivación y el placer de aprender nuevas habilidades y destrezas con satisfacción y sobre todo, alegría.
Nuestros profes toman el papel más importante. Son ellos quienes se encargan de transmitir una identidad generada por los fundadores de la metodología, la cual parte del amor por los niños y por el quehacer mismo. Formar sigue siendo el eje central, teniendo en cuenta que no es lo mismo enseñar y transmitir conocimientos, que formar. Lo cual va de la mano de entender las necesidades individuales (cognitivas o motrices), para así proceder desde el amor, la paciencia y el deseo de querer ayudar al crecimiento personal de cada individuo.
Los padres y el rol activo dentro del proceso de formación. El amor de padre y madre se extiende en los deseos de ver a su hijo crecer sanamente y desarrollar competencias para la vida que le permitan desenvolverse en esta misma. Para ello, ha sido necesario tratar de educar y de convencerles que mientras más prematuro se inicie el proceso de formación, mayor serán los beneficios.
Formar implica ser humano. Seguiremos incidiendo en el controversial pero tan acertado principio, de querer moldear personas sensibles, competentes y con sentido humanista por medio de la estructura deportiva que nos permite ver el crecimiento de nuestros niños desde los 20 meses, hasta toda una vida. Gracias al fútbol como herramienta idónea y a la implementación de este mismo a la medida del niño.